En general lo recomendable es revisarse la vista al menos una vez al año. Pero la frecuencia de las revisiones oculares va a depender de diferentes factores como la edad, si existen antecedentes familiares con patologías oculares o tenemos alguna enfermedad que pueda afectar a nuestra salud visual. Si no existen patologías previas se recomienda revisar la vista: es aconsejable realizar un examen visual completo una vez al año a partir de los cuatro años. Siempre que no se detecte ningún problema de visión antes de esa edad o presente enfermedades de riesgo como la diabetes. Es importante estar muy atentos a la salud visual de los niños ya que está estrechamente relacionada con su desarrollo y aprendizaje. En adolescentes es frecuente la aparición de problemas refractivos como la miopía. En esta etapa se recomienda continuar con las revisiones anuales hasta los 20 años. A partir de esta edad si no se presenta ningún problema pueden pasar a realizarse las revisiones cada dos años. A partir de los 30 años las revisiones de la vista deben ser de nuevo anuales. A partir de este momento es importante controlar factores como la tensión intraocular, agudeza visual, etc. Conforme avanzan los años nuestro sistema visual también sufre los efectos del envejecimiento y los exámenes visuales se hacen imprescindibles para detectar posibles patologías oculares asociadas a la edad como la aparición de cataratas, glaucoma, degeneración macular, etc. Las revisiones de la vista pueden ser pruebas muy sencillas como un Test de colores o complejas que requieran de equipos tecnológicos, como , OCT de mácula, OCT de nervio óptico, OCT de segmento anterior, Topografía corneal, Campo visual, Retinografía, Calculo de lente intraocular, Tonometría seriada, , Ecografía ocular. Así que si este año aún no te has revisado la vista  y solicita una cita.